Calidad de vida

El Cabildo comienza a implementar una Red Insular de sensores para medir la calidad del aire

El Cabildo Insular de La Palma, a través de la Consejería de Nuevas Tecnologías que dirige Jorge González, implementará una Red insular de sensores para medir la calidad del aire. El Servicio de Innovación, Proyectos y Sociedad de la Información ya ha instalado las primeras seis estaciones dedicadas a la monitorización en tiempo real de los parámetros de calidad del aire.

Uno de los pilares fundamentales del nuevo proyecto es contar con una red de sensores que permita captar en tiempo real distintos parámetros. Esta red se integra en el sistema que contiene diversos ámbitos de actuación que se irán implementando de forma paulatina.

En este caso se han instalado seis estaciones de calidad de aire por parte de la empresa Hop Ubiquitous, que miden en tiempo real parámetros de calidad de aire como partículas y gases, además de parámetros meteorológicos como temperatura, humedad, presión atmosférica y luminosidad.

El objetivo primordial de este proyecto es el control en tiempo real de la calidad del aire. Las estaciones estarán ubicadas en Santa Cruz de La Palma, Breña Alta, Fuencaliente, Los Llanos de Aridane, Puntagorda y Barlovento.

Los datos pueden ser descargados del portal de datos abiertos Open Data La Palma, y consultados en tiempo real en http://calidadaire.lapalma.es.

El Cabildo apuesta por esta nueva iniciativa el marco del proyecto global La Palma Smart Island, que avanza para dotar de manera progresiva a toda la isla de infraestructuras, recursos, estímulos y programas que permitan a instituciones y ciudadanía hacer de la tecnología el motor que asegure la mejora de los servicios públicos y un crecimiento económico y social más equitativo y sostenible.

Hacia la transformación digital de la salud

Presentación

Quizá el sector salud sea uno de los más complejos que existen y ello explique en parte que mientras asistimos a cómo las nuevas tecnologías modifican industrias, modelos de negocio y mercados de manera disruptiva en pocos años o meses, el sector de la salud se adapta con mayor lentitud a este nuevo entorno. Las estrategias en la utilización de las TIC en el sector salud han ido ganando terreno en el debate sanitario y hoy día existe un consenso mayoritario en su papel fundamental a la hora de afrontar la necesaria transformación de los sistemas de salud en el mundo. No obstante, para lograr sistemas sostenibles dentro de un contexto sociosanitario que ha cambiado, no solamente es necesaria una mayor aplicación de las TIC sino que también se requiere la toma de decisiones audaces para avanzar en la reforma del sistema que conduzca finalmente a una mayor eficiencia y calidad de los servicios que procura a los pacientes. En España hay 2,4 mill. de personas de más de 80 años y otras 400.000 de más de 90 años, un 45% de ellas presenta algún tipo de patología crónica. Se estima que el 80% del gasto en salud de una persona es en los 3 últimos años de su vida. Estos datos manifiestan la presión creciente a la que se enfrenta nuestro sistema de salud que no fue diseñado en su origen para atender en estas proporciones a este tipo de población. Nuestro país se encuentra en una buena posición respecto a nuestros socios europeos, destacando en algunos aspectos como la implantación de la receta electrónica, con más de 660 mill. de recetas prescritas anualmente, o la Historia Clínica Digital que superan los 20 mill. en nuestro país. Sin embargo, la transformación digital del sistema va más allá que la digitalización de los procesos de las organizaciones, ya que también implica desarrollar y ofrecer servicios digitales a los pacientes, tal como ha ocurrido en otros sectores y que han transformado totalmente su propuesta de valor. En los últimos años España ha perdido algo de terreno respecto a los países que lideran esta transformación, y es que se ha debilitado el impulso inicial de la Administración a la vez que ha descendido el esfuerzo inversor para la adopción de estas tecnologías. Entre los años 2010 y 2014 el presupuesto destinado a sanidad de las CCAA se ha visto reducido un 11,2% de manera que se estima que el gasto sanitario público volverá al nivel de 2010 del 6,5 % del PIB no antes del año 2020. Esto también ha redundado en la inversión en TIC en salud que ha visto reducida en este periodo alcanzando el 1,27% del gasto sanitario público, lejos de la horquilla del 2-3 % de los países europeos que lideran la transformación digital. Las TIC aplicadas a los sistemas de salud se están mostrando una herramienta necesaria para reducir el índice de reinserción en ciertas enfermedades, para identificar de grupos de riesgo o para involucrar al paciente en el cuidado de su propia salud, de hecho, se estima que un paciente empoderado presenta unos costes entre un 8 y un 21% inferiores a la vez que se incrementa el seguimiento y cuidado de la enfermedad del paciente…

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